jueves, 13 de noviembre de 2008

El panameño y su rol en el financiamiento de la Ampliación del Canal de Panamá

“Una política pública conveniente para el país sería la consecución de estos fondos, o parte de ellos, de la propia población panameña”[1]

Esta aseveración por parte del Dr. Barsallo debe ser la base para cualquier tipo de decisión financiera que se tenga que tomar en el futuro inmediato por parte de la dirección de la Autoridad del Canal de Panamá, en lo que se refiere a la consecución de fondos.

“Para ellos el Canal podría hacer una oferta pública de valores de deuda y orientarla a su distribución en forma directa entre los panameños”[2].

Definitivamente que el hacer una oferta publica sobre la deuda de la Autoridad de Canal de Panamá para financiera la ampliación del Canal y la construcción del tercer juego de esclusas, sería una de las formas correctas de democratizar este proyecto y darle oportunidades a los panameños a participar en el mismo.

“Por una parte, se hace participar y beneficiarse, en sentido económico, a la mayor cantidad de panameños. ¿No es mejor que los intereses que se tengan que pagar, vayan a dar directamente a la población antes que a otros proveedores de fondos locales o extranjeros?”[3].

Pero aquí tenemos que hacer la salvedad que el mercado de valores local no podrá absorber todas las necesidades de fondos de la ampliación del Canal de Panamá y de la construcción del tercer juego de esclusas. El mercado, al finalizar el año 2006 tenia un tamaño un poco menor al monto total de las necesidades financieras que se han calculado se necesitaría para financiar la obra.

“Con este ejercicio se fomentaría el desarrollo de un mercado de valores con participación de la empresa más importante del país y la que además presenta lazos afectivos para el panameño”[4].

La historia del Canal de Panamá ha marcado mucho la historia de nuestro país. Desde el hecho de que el tratado Hay – Bunau Varilla fue catalogado como “el tratado que ningún panameño firmó”, hasta el carácter de perpetuidad que le otorgaba el tratado el derecho de explotación y administración a los Estados Unidos a cambio de un pago irrisorio a Panamá, el Canal de Panamá se fue convirtiendo en una obsesión para los diferentes gobiernos, hasta que el tema explotó en 1964 y un presidente panameño se atrevió a romper relaciones con el coloso del norte.

Se siguieron haciendo otros intentos como el tratado 3 en 1 de 1967, que nunca fue ratificado, hasta que la dictadura que empezó en 1968, vió como un caballito de batalla el poder ponerle fin a este tema con la firma de un tratado que acabara con la perpetuidad de los Estados Unidos en la franja Canalera, hasta el 31 de diciembre de 1999 cuando por fin fuimos dueños de nuestro destino y empezamos a administrar el Canal de Panamá a partir del 1 de enero del años 2000.

Esta es una historia romántica, que terminó con un final feliz, y que su moraleja se está escribiendo año tras año con unos rendimientos financieros increíbles y que ni propios ni extraños pensamos que se iban a obtener tan fácil ni rápidamente.

“Son muchos los ejemplos en la historia de mercados internacionales en los cuales por medio de la promoción de ofertas de valores de deuda (no acciones, ya que no se trata de una privatización) en proyectos nacionales se ha invitado a la población a participar en el mercado de valores”[5].

Y como hemos mencionado bastante en este escrito, es una alternativa viable, democrática, inspiradora, práctica, interesante y sobre todo, nos permitirá el obtener fondos a un interés buenos para la Autoridad del Canal de Panamá.

“La oferta pública de valores por el Canal de forma directa a la población tendría consecuencias económicas, culturales y sicológicas importantes. Todo el que adquiera estos valores sería parte interesada directa. Además del valor histórico y emocional que tendría la inversión, se podría recibir un potencialmente atractivo retorno por la inversión. Es lo más próximo que tendríamos a una democratización del mercado de valores”[6].

Aquí el tema adicional será el de establecer un política de venta de estos valores a inversionistas individuales, y habría que revisar los formalismos legales establecidos o no en la ley, para determinar si esto es factible o no. Ya que si no es factible, la venta de los valores estaría a merced de cualquier tipo de inversionista.

Lo otro sería establecer dos tipo s de valores, uno para inversionistas individuales – si es factible – y otro para inversionistas institucionales, para satisfacer sus necesidades, ya que actualmente existe mucho apetito por valores, debido a la gran liquidez del mercado causada por las adquisiciones que se dieron en los últimos años.

“Si bien es cierto que en los mercados internacionales, y hasta en el local institucional, se pueden obtener los fondos requeridos, no se obtendrían nunca con las ventajas adicionales para el país que la propuesta conlleva. El hacer participar y beneficiarse económicamente y de forma directa a la población implica grandes ventajas de política pública que deben aprovecharse”[7].

Al poder asegurar que el mercado de inversionistas individuales va a tener una emisión especialmente diseñada para ellos, estaríamos haciendo varias cosas a favor del merado de valores en Panamá.

Primeramente, estaríamos ayudando al romanticismo que existe por el Canal de Panamá, ya que el panameño siente muy profundamente el Canal como suyo esta sería una excelente oportunidad para poder demostrar este sentido de pertenencia financiando, de alguna manera, la ampliación del Canal de Panamá y la construcción del tercer juego de esclusas.

La segunda implicación es más fuerte para el mercado. Estaríamos atrayendo a nuevos inversionistas, que nunca habían estado en el mercado de valores. Esto va mucho más allá que una campaña de educación al inversionista – es aprender haciendo. Y obviamente esto repercutirá en el largo plazo en el desarrollo del mercado de valores en Panamá.

Por años, el mercado de valores ha sido dominado por inversionistas institucionales más que por los inversionistas individuales. Esto se hace sumamente evidente en las Letras del Tesoro Nacional, las cuales, cada vez que son emitidas, van a una licitación ampliamente dominada (por no decir 100% dominada) por los inversionistas institucionales.

Pero, ¿como hacemos que ese inversionista individual común y corriente, que no es un inversionista sofisticado, que tiene cuenta de ahorros o si acaso un plazo fijo, tenga la vision de buscar mejores rendimientos en el mercado de valores?

La historia del mercado de valores ha sido una constante – no tenemos casi nada de inversionistas individuales. Es más los pocos que hay, siempre tienen el mismo tipo de cartera, invirtiendo en los mismos valores. Las mismas Casa de Valores, muchas veces tienen las mismas listas de inversionistas y se pelean por ellos.

De allí a que se piense que es por esta misma razón por la cual no se incrementa el mercado de inversionistas individuales, ya que ni las mismas Casas de Valores hacen un esfuerzo mayor por ubicar nuevos inversionistas, conformándose con contar con las mismas lista de inversionistas que emisión tras emisión, van invirtiendo, buscando nuevas alternativas de donde colocar su dinero.

¿Por que seguimos utilizando los mismos clientes individuales? ¿Como no somos capaces de atraer más inversionistas individuales? ¿Hasta cuando permaneceremos en esta era del “oscurantismo” para los inversionistas, donde no les podemos enseñar el final de este túnel donde encontraran las diferentes opciones del mercado de valores?

La falta de imaginación, y hasta de motivación de las Casa de Valores para con sus “brokers” puede ser un problema, que existe actualmente, pero que es fácil de remediar. El vender instrumentos financieros no sólo implica el conocimiento de los mismos y/o del mercado, sino que también necesita que estas mismas personas tengan la habilidad de vender productos y servicios de cualquier clase, en cualquier mercado.

Por otro lado, tanto la Comision Nacional de Valores, como la Bolsa de Valores de Panamá tienen que poner su granito de arena en este esfuerzo por crecer el mercado inversionista, específicamente el individual. Y una de las formas más apropiadas de hacer esto es a través de una estrategia corporativa, donde se venda el mercado de valores como una fuente de productos de inversión que compite con las cuentas de ahorros y las de plazo fijo.

Sin embargo, las Casa de Valores, en su gran mayoría, pertenecen a grupos financieros bancarios, que verían en esta campaña una forma de atacar su negocio de intermediación directo – cuentas de ahorros y de plazo fijo, en vez de pensar 100% como Casas de Valores donde se piensa primero en el cliente y en las diferentes alternativas de inversión que se le pueden ofrecer.

Imagínense todo lo que pierde un inversionista que tenga disponible más de $1,000 en sus cuentas de ahorros, donde pudiera estar consiguiendo alrededor del 3% p.a. de rendimiento en la misma, vs. un bono donde su retorno anual sería por encima de los 6% p.a. (y en muchos casos podemos encontrar hasta 8% p.a.). Y todo esto, con un riesgo relativamente bajo, en un mercado de valores, que sólo ha empañado su historia por los casos de Grupo Triangulo y Grupo Fotokina de los años 2,001. O sea, con una historia de éxitos muy buena.

Ahora, este posible inversionista verá como su dinero puede ayudar a la ampliación y construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, y como el puede participar en este esfuerzo entrando a través de un mercado de valores, donde jamás hubiese pensado entrar. Un poco de romanticismo, como mencionamos anteriormente, también será un catalista para el apoyo que el inversionista individual quiera participar de un proyecto de esta envergadura.

[1] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

[2] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

[3] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

[4] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

[5] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

[6] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

[7] Compilación de artículos sobre la regulación y el funcionamiento del mercado de valores en Panamá, Tomo II. La Ampliación del Canal y el mercado de valores panameño. Carlos A. Barsallo P.

1 comentario:

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